Mi viaje a Xilitla, en el corazón de la Huestaca Potosina mexicana, estuvo plagado de momentos dignos de enmarcar y muchas horas de carreteras rurales.
Cruzamos un par de estados y vimos desde el México más urbanita al más rural. En algunas ocasiones nos sentimos como en el Lejano Oeste.
De la nube tóxica al calor apabullante, y de este a la plena selva.
Quería compartir alguna de las fotos que tomé. Quizás no las más significativas, pero sí aquellas que conforman los pedacitos que más recuerdo del viaje.
Curiosidades que revelan más en un segundo vistazo.
😀
Anuncios